Hace ya 10 años que me crucé por primera vez con él, en una igualá de la Hermandad de la Resurrección de Sevilla, a la que fui a pedir sitio... Y aunque coincidí más tiempo con él aquel Domingo de Resurrección que Antonio Santiago me dió la oportunidad de ir con ellos, con su equipo, de traje negro... Fue después, con un gesto que tuvo, el cual me marcó, por el que siempre tendré un buen recuerdo de él, de Javier Prieto.
Venía la Macarena en una Madrugá por la calle Trajano, corría el año 2008 o 2009, en la cual yo la esperaba para verla. Estaba muy cerca de su respiradero cuando pasó. No recuerdó si al pasar el paso, tuve la oportunidad de saludar a Antonio Santiago, ni a su hijo, que iban en el frontal, pero si pude saludar, con un pequeño gesto, a Javier, que iba de contraguía en el zanco trasero izquierdo. Justo cuando Ella pasó por delante mía, yo no se si Javier me vió antes o no, pero me pasó algo curioso. Ya pasado el paso y justo cuando Javier se cruzó conmigo, me alargó el brazo y en mi mano me dejó una estampita de la Esperanza Macarena. Parece una tontería, pero a mí ese gesto, sin esperarlo, me marcó. Más si cabe, porque justo pasada la Macarena, me crucé en esa misma calle, pocos minutos después, con una persona, con la que siempre había tenido desaveniencias, era una mujer, y al verme, se alegró, me saludó, habló conmigo... Y la verdad que me sorprendió, tanto, que esa foto que me había dado Javier, me salió de dentro, darsela a ella y que ella se la guardara. Pasado un momento pensé, "que grande es la Macarena que ha hecho que delante de Ella nos veamos con alegría...", algo que no solía pasar.
Esta mujer, era la madre de mi ex-novia... Lo que es una suegra, gracioso ¿Eh...?
Por toda esa historia que os cuento, a Javier, partícipe de ella y con ese gesto, aparte de las veces que hemos coincidido y las veces que hemos hablado, porque entre otras cosas es uno de mis capataces en Semana Santa, le tengo un aprecio distinto.
Por ello desde hace tiempo tenía ganas de hablar con él de cofradías, a modo de entrevista y hoy os la muestro. Se grabó en audio el día 11 de Noviembre de este año de 2015, en el Hotel Santiago de Linares, en un viaje que tuvo por temas de trabajo y el cual aprovechamos para esto.
Una conversación muy amplia y muy interesante, de la cual se puede aprender mucho y sacar varios titulares.
Para quien no lo sepa, Javier Prieto, forma parte de ese equipo de personas, que encabeza Antonio Santiago, y que mandan pasos por Sevilla durante toda su Semana Santa. Entre otros los de la Hermandad de La Macarena, pero sin olvidarse de la Resurrección, Santo Entierro de Dos Hermanas, La Mortaja, Los Negritos, Cristo de Burgos, Estudiantes, Penas de San Vicente, La Paz... Y un sin fin, de pasos de Gloria durante el año... Y que suerte la suya.
Para quien no lo sepa, Javier Prieto, forma parte de ese equipo de personas, que encabeza Antonio Santiago, y que mandan pasos por Sevilla durante toda su Semana Santa. Entre otros los de la Hermandad de La Macarena, pero sin olvidarse de la Resurrección, Santo Entierro de Dos Hermanas, La Mortaja, Los Negritos, Cristo de Burgos, Estudiantes, Penas de San Vicente, La Paz... Y un sin fin, de pasos de Gloria durante el año... Y que suerte la suya.
Aquí la primera parte:
¿Qué es para ti la Esperanza?
La Esperanza es el reflejo donde se miran muchísimas personas en la Madrugá, muchísimas personas que necesitan de Ella, que necesitan de su cobijo, necesitan de su manto, de esa mirada que se produce entre el devoto, el fiel, la persona que la quiere, en esa Madrugá mágica del Viernes Santo.
¿Cómo empezó todo? Cuándo tú empezaste en esto, pensabas que ibas a llegar a lo que has llegado?
Nunca, ni nunca lo pensé, ni nunca lo busqué. Siempre me he tomado esto como una afición bonita, dentro de lógicamente una devoción inicial en Huelva, porque entiendo que la devoción tiene que estar presente en todo lo que hacemos, pero mi forma de estar cerca de los titulares fue a través de la corbata negra y estamos hoy a 10 de noviembre y antes de ayer que fue 8, terminamos el año, mi año empieza el Viernes de Dolores y termina por estas fechas en noviembre, que es cuando se termina el recorrido, desde el punto de vista para mi cofrade, y yo termino un año y no sé lo que va a pasar al año siguiente, lo que te quiero decir con esto, que disfruto o intento disfrutar de cada momento, de cada minuto, de cada instante delante de las imágenes y nunca pienso ni en la cofradía siguiente, ni en la imagen siguiente, ni en la procesión siguiente, si no en la que estoy en esos momentos, por tanto nunca me he planteado a donde quiero llegar, si no disfrutar del recorrido.
¿Crees que disfrutas más viviendo así el día a día?
Claro. Para mí cada año es único y cada día y cada momento alrededor de las cofradías, por lo tanto nunca he hecho nada para ver hasta donde llego, tuve la suerte de en su día me diera el cariño la familia Santiago y alrededor de ellos estaré hasta que Dios quiera y siempre con el mismo espíritu de ayudarle a sacar las cofradías. Las cofradías son de la familia Santiago y simplemente le ayudo a que ellos mantengan ese listón que tan alto puso Don Manuel Santiago Gil.
¿Por que cuantos años llevas mandando pasos?
Pues 30 años. Empecé de costalero con 13 años, en aquella época se hacían esas locuras, ya esto cambió afortunadamente y por un problema de salud, tuve un problema hepático, una hepatitis que no me permitió salir de costalero ese año y me reservé un poco, tenía prohibido hacer el esfuerzo físico y de ahí pues me empecé a mover en el mundo de los de negro, con la gente de fuera, cada vez me fui aficionando más, cada vez me fui encontrando más agusto y debuté en la cofradía mía, en la cofradía de mi familia en Huelva, la Hermandad de los Mutilaos, pues con 18 años, que fue una temeridad, pero fue lo que la vida me puso delante y la aproveché, entonces hace 30 años que empecé a tocar el martillo como capataz titular de una cofradía.
¿Como se vivía cuando eras pequeño la Cuaresma en tu casa?
Yo no procedo de una familia muy cofrade, si tenía una vinculación por parte de mi madre que le gustaban las cofradías y a mí me llamó siempre la atención, y entonces de muy pequeño me fui metiendo en las cofradías pues como todo el mundo, ayudando a los priostes, a montar los cultos, a preparar todas las insignias para el día grande, para el día de salida, en el mundo de las bandas... Me llamaba mucho la atención, me parecía algo tan bonito... Desde muy pequeño me ligué a ese mundo y poco a poco pues mi afición fue creciendo y mis ganas de seguir aprendiendo fueron aumentando, pero bueno, fue derivando hacia el mundo del costal, primero como costalero y después fue ya derivando hacia el mundo de la gente de negro, de la gente que tiene la suerte de mandar los pasos.
¿Llegaste a vestir la túnica?
Si, si he vestido la túnica y además es una experiencia maravillosa. Yo desde muy pequeño he vestido la túnica en varias cofradías, en Huelva, en Sevilla nunca nunca me puse túnica porque ya directamente me incorporé al mundo del martillo, pero también es una experiencia fantástica y que me gustaría repetir, no tengo días, pero para mí es un momento muy personal, de recogimiento, de un encuentro muy personal con uno mismo y la echo de menos. Hace mucho tiempo que no me la pongo, pero para mí es una experiencia que cualquier cofrade debe de pasar por ella
Háblanos de tu Semana Santa actual, ¿Cómo es esta semana de 10 días?
Mi Semana Santa se complica mucho sobre todo en las previas, por las circunstancias mías, que yo de hecho no vivo en Sevilla, vivo a cerca de 100 kilómetros de Sevilla, provoca que durante 60 días mi vida laboral termine en torno a las 8 de la tarde y empieza mi vida cofrade, lo que significa hacer otra jornada laboral prácticamente dedicada al mundo de las cofradías y en este caso al mundo del costal. Me tengo que ir todos los días, de lunes a domingo a Sevilla, para el tema de los ensayos, tenemos ensayos todos los días y eso bueno, afecta mucho a mi vida personal, evidentemente porque me quita horas de estar con mi familia, me quita horas de mi dedicación profesional y me quita horas de sueño, entonces cuando llega el Viernes de Dolores y toda esa carga desaparece, para mí es estar en la gloria, yo me llevo 10 días en la gloria y nunca mejor dicho en la tierra de María Santísima en Sevilla. Yo a partir del Viernes de Dolores me dedico solo, solo, a comer, a sacar cofradías y a dormir, prácticamente no hago otra cosa, entonces, ahí estoy en la gloria.
¿Y el resto del año es muy similar a la Semana Santa?
No. Como esa semana que te digo que estamos en la gloria viendo todos los días o paseando todos los días a la Madre de Dios y a su Hijo bendito pues no es igual, lo que pasa de que tenemos la suerte de que prácticamente una vez al mes volvemos a reencontrarnos todo el grupo de gente que va con la familia Santiago a través de las procesiones de Gloria y seguimos teniendo ese contacto, seguimos teniendo esa afinidad con el mundo del costal, con los costaleros, en esas salidas gloriosas en muchos casos, que son las procesiones de las Vírgenes de Gloria.
¿En algún momento te has llegado a saturar, de pensar en dejarlo, por falta de tiempo o por demasiado compromiso?
Si hombre, uno es humano y por mucho que te guste esto, ponemos encima de la mesa un esfuerzo grande y sobretodo ya los personales, por lo que te rodea. Yo tengo 3 hijos, tengo una mujer y mi familia requiere también de muchas horas, entonces yo estoy sacrificando a mi familia por este mundo, entonces la satisfacción que al final es personal, pues muchas veces va al límite del esfuerzo que tú le provocas a la gente que te rodea, pero afortunadamente me colma lo que haga y me hace feliz, ya que de no ser así lo tendría que dejar.
Supongo que todos los años habrá momentos especiales, pero yo creo que este año ha sido más especial que ninguno, delante del paso de Jesús de la Sentencia en la Madrugá, ¿Con que momento te quedas?
Este año ha sido un año, desde el punto de vista del mundo de las cofradías único y además irrepetible, irrepetible porque ha habido una serie de acontecimientos que nunca voy a volver a vivir. El 50 Aniversario de la Coronación de la Virgen, eso ya nunca, esos momentos han sido únicos en mi vida. Coincide también con la primera vez que estuve delante de Ella, porque aunque yo había ido de contraguía, jamás había pasado del tercer baral en una Madrugá, por tanto nunca me había puesto delante y este año pues tuve la suerte de estar, en un caso 11 horas y en otro caso 24 horas, mirándole a los ojos, entonces eso jamás se va a volver a repetir, por tanto va ser el año más bonito desde el punto de vista de las cofradías mías, eso está clarísimo y este año la circunstancia que me ha llevado a empezar a mandar los pasos de misterio, aunque cuando yo empecé con Antonio hace ya 18 años, yo empecé con la familia delante de los pasos del Señor. También ha sido un momento especial, ya que me estás hablando de la Madrugá delante del Señor de la Sentencia, ha sido también maravilloso, la calle Parras entera, sin duda la calle Parras entera desde la vuelta a Relator hasta la vuelta de Escoberos, la calle Parras entera fue una explosión de emociones, una explosión de devoción, la gente en la calle Parras es muy Macarena y te diría más, que la gente que se pone delante del Señor de la Sentencia en la calle Parras, ahí hay macarenismo puro.
¿Te acuerdas de la primera vez que llamaste al martillo de la Esperanza Macarena?
Si hombre, claro
¿En quién pensaste?
En Manolo Santiago, en Manolo Santiago como siempre ocurre y cada vez que yo llamo a un paso, siempre la primera llamá es para Manolo Santiago. De Manolo Santiago, te cuento una anécdota. Los últimos años que estuvimos viendo juntos a la Virgen del Rosario, me llamó, iba en la silla de ruedas, me llamó y me dijo: “Javier, tú algún día irás ahí con mi hijo”... Como hemos empezado la conversación, yo en ningún momento podía pensar que eso sucediera, pero él, él ya hizo ese comentario. Yo pensaba que eso se quedaría en un sueño, nunca se haría real y se hizo real, por lo tanto un motivo más para acordarme de él y claro que me acuerdo y por supuesto que me acordé de Manolo Santiago.
Se ha hablado mucho últimamente de Antonio Santiago… Para quien no lo conozca, ¿Quién es Antonio Santiago?
Antonio Santiago es y será por mucho tiempo, no creo que conozca a nadie como él, un amante de este mundo, una persona que su vida la ha entregado completamente por esa herencia que le dejó su padre y yo no conozco a nadie y no creo que haya nadie que se entregue más a este mundo como se entrega Antonio Santiago. Yo entiendo que Antonio Santiago sea un gran desconocido para muchas personas, pero Antonio Santiago lo único que pretende es que ese legado que su padre Manolo Santiago le dio en su día, pase como tiene que pasar y encumbre a Sevilla, no que encumbre a Santiago, si no que Sevilla se sienta orgullosa del apellido Santiago, que también empezó con su padre, continua con él y que continuará, si no es presente ya, con su hijo Antonio.
¿Crees que últimamente mucha gente crítica sin razón a Antonio Santiago?
Bueno, las críticas no tienen por qué ser siempre negativas. Las críticas son formas de opinar sobre algo que se está haciendo. Hay que ser lo suficientemente inteligente para saber y aprovechar esas críticas y Antonio las aprovecha, no creo que ninguna crítica, ninguna opinión que pueda ser contraria a la forma de hacer las cosas de Antonio, caiga en saco roto. Lo que te quiero decir es que perfectamente, si la crítica sobre todo es inteligente, pues estupendo, porque nos ayuda a mejorar, a mejorar las cosas. Un comentario por el simple hecho de hacer daño, no nos aporta ni nos interesa, pero un comentario que pueda servirnos de ayuda a mejorar lo que hacemos, está más que justificado y más que bien recibido. Yo creo que hay que ser inteligente cuando se reciben las críticas. Las críticas son una opinión sobre algo que se hace y yo personalmente las entiendo así y Antonio también, entiendo que cuando la crítica le puede servir o nos puede servir para mejorar cosas, pues fantástico.
¿Qué te gusta y que no te gusta de la Semana Santa?
Pues de las dos cosas, te iba a decir que es una cosa que se va hacia el lado que te gusta y hacia el que no te gusta. No me gusta el concepto humano y me encanta el concepto humano. Si la Semana Santa me ha permitido tener unos amigos maravillosos, que los tengo, que la he vivido a través de ellos, por lo tanto me he acercado a la humanidad de las personas y también, evidentemente, como somos humanos y existe el demonio, pues el demonio se viste muchas veces de envidia e intenta atacar. Cuando se está curtido en muchas batallas, pues estas cosas afortunadamente no afecta, pero sobre todo la gente nueva que empieza en este mundo, la envidia le hace mucho daño, así que ese tipo de personas que lo que hacen es utilizar este mundo para ir en contra de las personas, pues no es agradable, pero bueno, es una parte de las relaciones personales, pero yo me quedo, lógicamente, con la parte positiva de esas relaciones personales, con la parte humana de las personas. La parte del demonio, pues, va a estar siempre ahí y me da pena, sobre todo cuando hay gente nueva que está llegando a este mundo y se la encuentran y no entienden que eso ocurra, pero bueno, como decía Manolo Santiago, eso es el demonio que se viste en forma de llamador.
¿Por qué crees que hay mucha envidia en este mundo?
Hombre, claro que hay mucha envidia. Claro, porque es humana, es una envía humana. El problema es cuando esa envidia no es sana, es decir, si tú quieres estar en un puesto que no puedes estar y puedes envidiar a esa persona de una forma sana o de una forma odiosa. Cuando la envidia es de una forma sana, yo tengo amigos que me dicen “quillo, yo envidio lo que tu vives, lo que tu haces”, pues lo está diciendo con cariño, pero cuando lo dice, lo hace de una forma odiosa, de una forma mala, diciendo “yo me gustaría estar en tu sitio, pero me gustaría quitarte”, pues esa envidia no es sana, entonces, en ese aspecto, evidentemente, no es agradable.
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