Hoy le tengo que escribir a ese niño, a ese niño que creció entre fajas y costales, escuchando el sonido de una marcha, que cada año contaba los días que quedaban para Semana Santa, aunque en su casa era Semana Santa todo el año, porque nació en una familia cofrade, donde “mamó” esto de las cofradías desde siempre, hasta hoy.
Hoy le tengo que escribir a ese niño, a ese que vistió su primera túnica a los 4 años, siendo esta de la Hermandad del Nazareno, de la que su abuelo y su padre fueron Hermanos de Trono, de María Sant. del Mayor Dolor y de San Juan Evangelista, respectivamente. A ese que subían a la parihuela del paso en los ensayos y se sentaba en la peana, mientras su padre, Alfonso Mota, mandaba por entonces, el paso de Ntra. Sra. de la Amargura. Ese niño que tantas veces hizo de contraguía en esos ensayos o que tantas tardes y noches iba a la cochera de “Gamez” o a la antigua “Seat”, para ir limpiando la candelería o preparar el paso de cara al Jueves Santo, y que tantos Jueves Santos los pasó en vela viendo como le ponían la flor a los pasos de su Hermandad.
Le tengo que escribir a ese niño que cogía el casette de cintas, lo ponía encima de una mesa de billar pequeñita que tenia y bajo ella se daba vueltas por toda la casa al compás de La Saeta o Campanilleros. A ese que se asomaba a la ventana de su casa y veía cada fin de semana los ensayos de costaleros de la Oración en el Huerto o a ese mismo que entre semana iba por las noches de nuevo al patio de su colegio, el Colegio Jaén, para ensayar con la Agrupación Musical Ntra. Sra. de la Amargura.
Ese niño que guarda como un tesoro el cornetín de ordenes que le regalo el director de esa banda, Juan Carlos Ortega, o aquel triangulo que tocó en su primeros años de edad, hasta que pasó a tocar la trompeta. Esos mismos años que la banda bajaba hasta su casa en pasacalles para recogerlo cada tarde de Jueves Santo… ais¡ que recuerdos¡
A ese que cada mañana de Jueves Santo iba a la Floristería Caracuel, a recoger los claveles que su familia deshojaba para tirarlos después al paso de la Amargura o que cada Domingo de Ramos, cuando al acabar la procesión de la Borriquilla, iba a la Casa de Hermandad a recoger la palma que cada año le daban, para luego ponerla colgada en el balcón de su casa.
El mismo que años más tarde, cuando solo tenía 14 años, decidió ponerse de verdad el costal, a las órdenes de Isacio Ocaña, para ser costalero de Ntro. Padre Jesús en la Oración en el Huerto. Ese que cada año va lleno de ilusión a Sevilla a pedir sitio, aunque sepa que no va ha haber sitio o que se vio en una madrugada de Domingo de Resurrección, como si de un sueño se tratara, pasando por Campana al lado de Antonio Santiago.
Pasaron los años, y ese niño, se hizo mayor, orgulloso de ser costalero, de haber llevado los pasos que llevó, entre Córdoba y Linares, mirando de reojo a Sevilla, con más ganas cada día que pasa, sacando cada año más pasos y disfrutando más y más. Disfrutando, como si aún fuera un niño.
Hoy, Miércoles de Ceniza, el año amaneció en Cuaresma y él, ese niño, hoy amaneció con un año más, porque hoy, es su cumpleaños y ojala que cumpla muchos más. Ojala que su Cristo y su Esperanza Bendita, le den salud para cumplir muchos más, como a él le gusta, bajo los pasos.
Que Ntro. Señor Jesucristo te bendiga por muchos años Jose Carlos. Un abrazo de Baldán.
ResponderEliminarQUE NUESTRA SARA DE LA PAZ, A LA QUE MANDO EL DOMINGO DE RAMOSD TE TENGA SIEMPRE BENDECIDO A TI Y EN SU GLORIA A TU PADRE EL MAestro. UN FUERTE ABRAZO DE PEDRO LOPEZ. CAPATAZ DE LA PAZ
ResponderEliminarQue Ntro Padre Jesucristo te bendiga y que sigas cumpliendo más años realizando tu sueño que desde los 14 años estás cumpliendo de ir bajo un paso de semana santa. Y como no que sigas con la misma ilusión de un niño , esa ilusión que más de uno tenemos y guardamos en nuestros corazones durante todo el año.
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