Gran día en Sevilla para escuchar un gran certamen. Faltaban algunas como Cigarreras, pero se puede decir que las mejores bandas de la ciudad de Sevilla estaban allí. Los Gitanos, Ntra. Sra. de los Ángeles, El Carmen, La Estrella de la ciudad de Dos Hermanas, Cristo de la Sangre, Redención, Centuria Macarena, Sol, Desamparados, San Juan Evangelista, Tres Caídas y como no… Virgen de los Reyes.
La primera parada no podía ser otra, otra que en mi Esperanza Macarena.
Después ya en el Parque de los Príncipes, el ambiente era muy bueno y el tiempo mejor aun. Fui con mi buen amigo David Lorite, donde allí, pues echamos unas cervecitas escuchando de fondo los sones de las bandas y de tertulia con unos y otros. Estuvimos con los capataces del Cautivo del Polígono de San Pablo, con mi amigo Manolo Soto y con Pepe Zambrano. A Pepe no lo conocía aun, nunca habíamos coincidido y ya pues me lo presento Manolo. Por allí también vimos a otros capataces o algún buen torero tras la barra poniendo cervezas y ya, pues que menos que un saludo y una foto para el recuerdo. Tampoco podía faltar mi gente de la Oración de Linares, a los que espero les gustara la actuación de cada banda, aunque se que les gustó más el final que el principio jeje.
A mi también me gustó más el final que el principio, como creo que a la mayoría de la gente, porque vaya final¡
Todas sonaron bien, unas más, unas menos, como siempre, pero es que todo cambio cuando subió al escenario la Agrupación Musical Virgen de los Reyes. Antes ya sonaron de lujo los pequeños de Triana, la BCT San Juan Evangelista, pero es que nada mas que en la presentación de Virgen de los Reyes, ya se notó algo distinto.
Como se dijo, nadie podrá borrar su historia, nadie, ni su historia, ni su presente.
Yo la verdad que fui nada mas que por escucharlos a ellos, porque para mi son los mejores, porque hay bandas muy buenas, pero es que yo crecí escuchando sus marchas y como no, “Llegó como llega siempre y Sevilla lo Esperaba”…
…Y Parece que Sevilla le debía algo, porque solo eran aplausos y grandes ovaciones, cuando se dijo el repertorio que iban a tocar, sonó cada marcha o cuando acabo su última y la gente empezó a corear, otra¡ otra¡ otra¡… y tuvieron que tocar otra.
Después para terminar el día, subió Tres Caídas y ya, pues se caía aquello. Nosotros teníamos que volver, pero no podía dejar a Lorite sin escucharlos y la verdad, que mereció la pena.
Un gran día por un altar.
0 comentarios:
Publicar un comentario