Un libro recopila todas las reproducciones en miniatura de monumentos de la ciudad dispersos en enseres procesionales
Plasmados en bambalinas o en varales, tallados y policromados en cartelas, fundidos en llamadores o remates de insignias, repujados en jarritas, bordados sobre un Simpecado o semiescondidos en el detalle de una corona. Los monumentos de la ciudad de Sevilla han servido en numerosas ocasiones de inspiración a los artistas y artífices de la Semana Santa para diseñar elementos de los pasos procesionales o trazar el dibujo de numerosas insignias.
El Ángel de la Fama que remata la fachada principal de la antigua Fábrica de Tabacos reproducido en el llamador del Cristo de Los Estudiantes; el Arco de la Macarena repujado en plata en uno de los varales de la Esperanza; la Puerta de la Casa de Pilatos en el respiradero del paso de la Virgen de San Esteban. Y así podríamos seguir. Hasta 46 monumentos o espacios singulares de Sevilla aparecen diseminados en pasos procesionales de la Semana Santa, así como en el patrimonio, menos conocido, de hermandades de gloria y sacramentales.
De escudriñar durante varios años todo el patrimonio cofradiero en busca de estos retazos de la ciudad se ha encargado el investigador Rafael Jiménez Sampedro (Sevilla, 1963), que ha reunido en un libro muy ilustrativo el repertorio de réplicas procesionales de monumentos hispalenses.
A través de un recorrido visual de cada una de estas reproducciones, acompañadas de breves explicaciones de su autoría y detalles sobre la circunstancias de su ejecución, Sevilla en sus cofradías (Abec editores), que así se llamará el libro que saldrá a la luz en noviembre, acercará al lector a esta Sevilla en miniatura que se esconde tras sus hermandades.
Ni que decir tiene que el monumento de la ciudad más reproducido es la Giralda, hasta 81 ocasiones, y el segundo más repetido es el Arco de la Macarena, con ocho reproducciones. Por su tamaño casi imperceptible, muchas de estas réplicas pasan inadvertidas a los ojos de los espectadores. "Hay que fijarse mucho, pero en el llamador del misterio del Carmen Doloroso se representa a San Fernando y bajo él hay una milimétrica reproducción de la parroquia de Omnium Sanctorum", apunta el autor. Por contra, el monumento reproducido a mayor tamaño es la Giralda que aparece en la gloria del palio de San Roque, de al menos un metro de alto y reproducida con gran detalle. Tan es así que "hasta tiene representado el reloj que está en el cuerpo de campanas y el mismo marca la hora de salida de la cofradía".
¿Y el lugar más extraño donde ha encontrado un monumento? "Más que extraño, difíciles de ver por su situación. Me refiero a los faldones del paso de misterio de la Cena y el del Señor de la Salud de la Candelaria. Ambos tienen unos broches con lienzos pintados al óleo donde hay representaciones de la Giralda con las Santas Justa y Rufina y la Virgen de los Reyes. Al ir muy cerca del suelo son complicados de ver".
La torre de Santa Catalina es el más antiguo monumento reproducido, mientras que el más moderno es la espadaña de la parroquia de los Dolores del Cerro, representada en una cruz pectoral para la dolorosa bendecida el pasado septiembre. Por no hablar de los monumentos ya desaparecidos, como la Puerta de Carmona o el puente de la Calzada, que también tienen hueco en este libro.
0 comentarios:
Publicar un comentario