"Es y será", sin duda, el mejor capataz que ha dado esta tierra de María, Andalucía. Dicen que el mejor era su padre, yo por desgracia no lo pude conocer en persona, por lo que no puedo hablar, pero de él, si puedo hablar, de Antonio Santiago.
Corría el año 2005, ya hace de eso... Y mi sueño como costalero, era ser costalero en Sevilla, y con Antonio Santiago, y con Virgen de los Reyes tocando, un sueño que solo se podía cumplir en el Domingo de Resurrección en la cuadrilla del Señor de la Resurrección. Diréis que que locura, pero todos tenemos sueños y yo, tenía ese, tenía otros más, pero uno era ese, por lo que me puse en contacto con ese capataz, con Antonio, al que, hasta entonces, yo solo había escuchado hablar de él. Tenía entendido que a mi padre, Alfonso Mota, lo había enseñado como capataz su padre, Manolo Santiago, por lo que me dije que si algún día yo era capataz, hecho que pude cumplir, quería que mi maestro fuera, Antonio Santiago.
Decir que con el tiempo me enteré que quien enseñó a mi padre, fue, Alberto Gallardo padre, capataz de la Virgen de las Angustias de Sevilla de la Hdad. de los Gitanos, pero yo ya había conocido a Antonio Santiago, en la igualá de la Resurrección de Sevilla y nunca olvidaré su trato y sus palabras desde el primer día, en los tres primeros años que le pedí sitio, en 2005, 2006, 2007, luego, vinieron muchos más. Para mí quedan las sensaciones de aquellas noches, aquella que me puso como ejemplo, la de 2007, ante una iglesia entera de costaleros y aspirantes, valorando el esfuerzo al tener que viajar tantos kilómetros, de Linares a Sevilla, con veinti pocos años y sin vehículo propio aún, y en otros tiempos en los que no se llevaba tanto eso de ir a Sevilla a pedir sitio. Aquella noche en que tuve que esperar en un rincón de la puerta de la estación más de cuatro horas, hasta que abrieran Santa Justa para volver... Que esa mañana me quitaron una escayola del brazo y sin pensarlo cogí el tren después y me presenté allí, en Santa Marina. Un viaje que me marcó mucho, por muchos más detalles que aún guardo en la memoria. No es fácil pedir sitio en Sevilla siendo de lejos y desde aquí aplaudo a todo el que lo intenta. Yo no lo conseguí aún, supongo que por ser un poco alto de estatura y no ser todo lo constante que debí, pero no es tan fácil estando tan lejos, pero seguiremos insistiendo, #yeloquehay.
Os contaría muchas cosas, de esas igualás en la Resurrección, en los Negritos, en la Misión, en Cristo de Burgos o en el Santo Entierro de Dos Hermanas, todas ellas pidiendo sitio a Antonio, y la verdad que no tuve mucha suerte en Sevilla como costalero, aunque si formo a día de hoy, parte de la cuadrilla del Santo Entierro de Dos Hermanas, cuadrilla que manda Antonio, y tuve la suerte, y para mí queda, que Antonio me dio la oportunidad de vestirme de traje oscuro para ir a su lado en la madrugada del Domingo de Resurrección delante de los pasos de la Hdad. de la Resurrección de Sevilla, a su lado, para aprender de él, como maestro, en ese año de 2007.
Y contando esto dirán... "Bueno, es normal que defiendas a Antonio Santiago", pero por eso mismo lo cuento, porque en todo ese trayecto de años, tuve la suerte de cruzarme con mucha otra gente como Ernesto Sanguino, o El Guindi, o Javier Prieto...
Creo que a ninguno se le puede poner una pega y menos desde la barrera, y desde dentro, ellos sabrán lo que ocurrió, pero no vengáis a tirar piedras sin tener motivos que tengan que ver con vosotros o porque las cosas no son como os gustaría que fueran.
"Que correcto", me dirán algunos, pero es que es así, Antonio, Ernesto, El Guindi o Javier, todos han sido capataces míos, al igual que de muchos compañeros y costaleros, y yo sinceramente, no le puedo poner ni una pega a ninguno de los cuatro, además de que guardo muy buenos recuerdos...
Por eso escribo esto, porque no es justo que sin conocer a una persona, os avalancéis sobre ella, en pie de guerra, porque no hace las cosas como os gustaría a vosotros o a saber porque de vuestras criticas...
Esta claro que Antonio Santiago es técnicamente el mejor capataz de la historia de la Semana Santa, bajo mi punto de vista y guarda otras cosas, aparte de la Esperanza, que muchos quisieran. Son más de 1500 personas las que maneja, costaleros, que me gustaría ver a mí a muchos capataces manejando y aguantando a la mitad de ellos... Me incluyo, jeje ¿Y la paciencia que tiene Antonio? ¿Os preguntáis cuantas veces al día sonará su móvil en Cuaresma? ¿Y me vais a decir que no os gusta como anda la Macarena? ¿Y Madre de Dios de la Palma? ¿Tampoco os gusta? Hombre, por Dios¡
Que Antonio tendrá errores, que no los niego, como todas las personas, pero que tres cosas puntuales no pueden tirar por tierra el trabajo de muchos años, muchos años, que la mayoría ni hemos visto, porque ni habíamos nacido, ni existían tantas redes sociales... Y a mí me gustaría ver a tanto "listo", haber que sabría de esto sin tanto youtube...
Habría que respetar más a una persona, que con sus fallos y virtudes, como cualquier ser humano, se desvive por su Semana Santa y porque la herencia que le dejó su padre, siga viva, cosa que es de valorar y aplaudir, y que todos, digáis lo que digáis, hemos disfrutado y disfrutamos de ello, porque el apellido Santiago al frente de los pasos, es historia de la Semana Santa, historia que muchos hemos visto, hemos vivido, y hemos disfrutado, y eso, nadie lo va a borrar.
No es romper una lanza por Antonio Santiago, que también, pero es sobre todo romperla por el respeto hacia una persona que es un maestro de muchos, espejo donde se mira mucha gente y capataz que es seguido por cientos de costaleros, cofrades y aficionados, porque si Antonio coge el teléfono mañana, tiene más gente que nadie, por lo que algo estará y habrá hecho bien... Y encima, manda a la Esperanza...
Pero que aunque mañana no lo hiciera, seguiría siendo, ANTONIO SANTIAGO, #ypunto.
"Es y será", #yeloquehay.
Entiendo que lo defiendas por haberte dado la oportunidad, aunque no comparto tus motivos ya que yo siempre que he ido a pedir sitio a una hermandad ha sido por los titulares, independientemente de quien fuese el capataz.
ResponderEliminarHe ido a muchas igualás con Antonio, aunque no he trabajado con él, pero si le he visto trabajar, y no niego que tenga un buen trato con los costaleros y que sea un buen capataz, pero creo que es respetable que a algunos no nos guste su estilo, el andar que le imprime a los pasos. He tenido el gran privilegio durante muchos años de hacer estación de penitencia como acólito en una de sus hermandades y puedo decir que le he visto muchas horas y hay pasos en los que me gusta y otros en los que no y no creo que sea tan difícil de entender. Y con esto no defiendo el acoso y derribo al que le están sometiendo injustamente, pero hay que aceptar que un capataz, aunque sea Antonio Santiago es transitorio.