Sevilla.
El Consejo insta a velar por el buen comportamiento de los costaleros
En las normas de 2012 pide a las cofradías una vigilancia "antes, durante y a la finalización de la estación de penitencia"
Una labor de formación y concienciación. El Consejo de Cofradías ha recordado a las hermandades, mediante las normas emitidas para la próxima Semana Santa, que cuentan con el visto bueno del Arzobispado, que deben velar de manera especial por el buen comportamiento de los costaleros durante los desfiles procesionales. La institución quiere evitar que se produzcan escenas poco edificantes que perjudiquen la imagen de las cofradías.
Dentro de las normas de carácter general, el apartado "G", es muy ilustrativo al respecto: "Las hermandades cuidarán del correcto comportamiento de los nazarenos, acólitos, costaleros y componentes de las bandas fuera de la carrera oficial y muy especialmente de los costaleros antes, durante y a la finalización de la estación de penitencia". Fuentes del Consejo de Cofradías consultadas por este periódico recalcaron que la idea no es otra que recordar que los costaleros también forman parte de los cortejos y que, como los nazarenos, deben estar sujetos a unas normas de comportamiento: "Forma parte del Consejo y de las propias hermandades cuidar del hábito, de la compostura y del comportamiento de todo el que forme parte de la cofradía, aunque sea un servidor profesional".
La intención es clara y va encaminada a concienciar al costalero de que debe cumplir todas las normas como cualquier otra persona, por ello, desde el Consejo y con la aprobación del vicario general, se incide en que se debe poner el máximo empeño en ello: "Los costaleros son más visibles. Salen y entran del paso. Esperan los relevos o acuden a los bares a tomar algo. Hay que pedirles un buen comportamiento cuando estén dentro del paso, pero también fuera, mediante una labor de formación y concienciación". Las normativa también destaca que las cofradías deben cuidar que los costaleros cuando realicen sus relevos, "no obstaculicen los pasos y travesías del público en la carrera oficial, así como el discurrir del cortejo de nazarenos de su propia hermandad".
Son muchas las hermandades que en los últimos años han emitido reglas específicas para sus cuadrillas, dotándolas de un uniforme de trabajo o prohibiendo determinados hábitos desaconsejables en una cofradía.
Dentro de las normas de carácter general, el apartado "G", es muy ilustrativo al respecto: "Las hermandades cuidarán del correcto comportamiento de los nazarenos, acólitos, costaleros y componentes de las bandas fuera de la carrera oficial y muy especialmente de los costaleros antes, durante y a la finalización de la estación de penitencia". Fuentes del Consejo de Cofradías consultadas por este periódico recalcaron que la idea no es otra que recordar que los costaleros también forman parte de los cortejos y que, como los nazarenos, deben estar sujetos a unas normas de comportamiento: "Forma parte del Consejo y de las propias hermandades cuidar del hábito, de la compostura y del comportamiento de todo el que forme parte de la cofradía, aunque sea un servidor profesional".
La intención es clara y va encaminada a concienciar al costalero de que debe cumplir todas las normas como cualquier otra persona, por ello, desde el Consejo y con la aprobación del vicario general, se incide en que se debe poner el máximo empeño en ello: "Los costaleros son más visibles. Salen y entran del paso. Esperan los relevos o acuden a los bares a tomar algo. Hay que pedirles un buen comportamiento cuando estén dentro del paso, pero también fuera, mediante una labor de formación y concienciación". Las normativa también destaca que las cofradías deben cuidar que los costaleros cuando realicen sus relevos, "no obstaculicen los pasos y travesías del público en la carrera oficial, así como el discurrir del cortejo de nazarenos de su propia hermandad".
Son muchas las hermandades que en los últimos años han emitido reglas específicas para sus cuadrillas, dotándolas de un uniforme de trabajo o prohibiendo determinados hábitos desaconsejables en una cofradía.
Fuente: Diario de Sevilla
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