Que ya pasaron, que ya, pasaron noches de frío bajo el paso en mi Hermandad y largas esas mismas noches cuando había que ensayar, mientras el amor que en mi rebosa cuando te siento de cerca y levanto fuerte al cielo¡¡¡ Y al instante empiezo a andar, y los kilos de mi fe caen a plomo en el costal... Todo cambia, es diferente, cuando el tiempo tarda más mientras uno paso a paso, chicota tras chicota, se acerca a los días de Cuaresma impaciente por contar, con los dedos de la mano, los días que quedan ya...
Y llegó, ya queda nada, ya esta ahí¡¡¡ Para soñar y llevarlo por las calles de Linares un año más, para mecerlo en un cooostero y sentirlo de verdad cuando la noche cae y al sol se le escapará un suspiro de pena de ver que no vera más mientras la luna lunera al balcón se asomará, para esperar impaciente a subir la cuesta ya...
Porque año tras año el Señor ha querido a Linares regalar una cuesta que este pueblo, nunca podrá olvidar...
Por lo que dame fuerza, que no se donde estaré, pero mientras tenga vida, con mi costal te llevaré.
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