Mi Semana Santa de 2012 comenzó en Linares. Tras ser despertado por los sones del pasacalles de la banda, fui sorprendido al levantar la persiana por un sol radiante, que pintaba en mi cara una sonrisa ilusionante, pues estaba el cielo casi raso, el cual la noche de antes presagiaba un comienzo malo lleno de lluvia, pero que Dios quiso que el tiempo respetara la mañana linarense, para empezar así una nueva Semana Santa, una Semana donde ni las mejores quinielas la tachaban de tan buena, pero así fue, siendo para mí, la mejor Semana Santa que he vivido hasta ahora.
Como cada año la empecé yendo a buscar a la Hermandad de la Borriquita, la cuál callejeando por estas donde tuve la suerte de crecer, la encontré subiendo la Calle Campanario, donde como suelo hacer me metí delante del paso de misterio, para subir cangrejeando esa cuesta y ver de cerca, sin perder ningún detalle, la subida en una chicotá de una cuadrilla que cada año gusta más, de una cuadrilla que cada año anda más fino, la cual este año estuvo acompañada de la Banda de Cornetas y Tambores Santísimo Cristo de la Elevación de Campo de Criptana (Ciudad Real), cual banda era desconocida en esta tierra, pero que llegó desde lejos y dejó un buen sabor de boca, haciendo así que se gustara aún más esa cuadrilla de costaleros, donde por suerte tengo un gran amigo como Lorite y guarda gente muy buena, la que hace que empiece como se merece esta Semana Santa de Linares, haciéndola disfrutar con el caminar de una borriquita que viene desde el viejo barrio de Cantarranas, para entrar triunfal en Jerusalén, en un misterio que hace soñar con su talla y que viene, con su Alegría.
El palio lo vi en la vuelta hacía Huarte de San Juan, acompañado de la Banda de Música de la localidad cordobesa de Dos Torres, la cuál sonó muy bien, en la que pude saludar a un viejo compañero, su director Joaquín, con el cuál compartí trabajaderas bajo el Señor de la Oración en el Huerto de Linares. Dicho paso estuvo en su linea, con el característico andar que tiene esta cuadrilla de mujeres.
Así llegó la Alegría que despierta al alba a la vera de esas chiquillas, que se ponen el costal y que dan todo, de las que nadie podrá dudar nunca su esfuerzo, de su amor por Aquella que viene de frente bajo palio en terciopelo, rojo como el color que sabe a dulce caramelo y que disfruta de su cara, guapa como la flor que amanece en la mañana, llenando todo de Alegría, como su nombre clama.
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